Les habla una Bianca que apenas ha terminado de leer el libro. Si, si EL libro. Juego de Tronos (Game of Thrones) se ha hecho inmensamente popular en estos últimos meses. Con su llegada a Latino América y el boom de la mega producción de HBO, me ha sido imposible resistir a la tentación de comprarlo. ¡Cuántas veces habré pasado por su lado en las librerías hasta que finalmente me decidí a darle una oportunidad!
En un mundo donde las estaciones pueden durar decenios y donde las tierras del norte, más allá del Muro, ocultan seres míticos y temibles, Lord Eddard Stark se enfrentará en la corte del rey Robert Baratheon (más conocido por sus enemigos como el Usurpador) a una enrevesada trama de secretos y traiciones que pondrán en peligro no sólo su vida, y la de su familia y vasallos, sino también la frágil paz que parecía haberse impuesto en el reino tras la última guerra. Y mientras las intrigas y la traición se ciernen sobre el Rey, en el norte, del otro lado del Muro, extraños acontecimientos alertan a la Guardia de la Noche contra una amenaza olvidada que espera la llegada del invierno para resurgir.
Estaría bien
decir que lo más notable y ciertamente elogiado del primer libro de la serie Canción de Hielo y Fuego son sus personajes.
No el fantástico mundo, ni las acertadas descripciones, ni si quiera la
historia en sí. Lo primero que uno nota el abrir el libro en el primer capítulo
es el nombre de uno de los personajes y aunque la historia esté narrada en
tercera persona, cada capítulo le pertenece a uno de ocho personajes, nunca dos capítulos seguidos
del mismo, y de esta forma Martin se asegura de que vivamos la misma historia,
el mismo conflicto, en diferentes puntos de vista que chocan y contrastan entre
sí.
Cada uno tiene su pasado, presente y futuro,
por lo que el libro es una montaña rusa de indecisión. Cuando creemos simpatizar
con uno de los personajes,
se nos termina el capítulo y de repente nos encontramos con que no es él quien
se merece nuestra simpatía, si no su adversario. La suerte le sonríe a uno, pero
sabemos que el siguiente no estará muy contento cuando se entere. Y así
navegamos por la novela, con los pelos de punta, y sin poder ni si quiera
arriesgarnos a adivinar lo que sucederá después, porque el autor no da tiempo
para pensar, y sigue disparando con todo lo que tiene a su alcance.
No hay momento en que uno diga, ¡Hey, esto se
parece a lo que el otro acaba de pensar! O, ¡Seguro reaccionará igual que su
hermano, después de todo, son familia! Nada de eso. Nada. Los personajes son, diferentes,
desiguales, predecibles, o completamente impredecibles, fuertes, y débiles,
tontos o audaces. Todo a la vez, hasta que te encuentras riendo por sus absurdos actos impulsivos; o llorando,
por la valentía que demuestran hasta el último momento. Maldiciendo cuando te das cuenta que uno de ellos
sabe algo que salvaría la vida de otro, pero que no puede hacer nada al
respecto por vivir del otro lado del reino. Deseando pena de muerte a aquel
personaje que descubre algo que podría provocar o evitar una guerra...
Y ni si quiera se da cuenta.
En esta novela hay para todos los
gustos. Desde niños de trece años con gigantes lobos como mascotas,
hasta traición, asesinatos y amores prohibidos. Hay cosas que podrían ser consideradas
un tanto "raras" o extremas pero
en el contexto de lo fantástico no desentonan con la historia, enriqueciéndola
aún más.
Una vez leí, en una crítica la frase "En
las páginas de Martin (...) [hay] una extraña mezcla que avanza con puño
de hierro, sustentado en un pilar gris y oscuro: la certeza de que lo peor aún está por llegar." Y es
completamente cierto. Tan impredeciblemente completa es la historia que ya llega
un punto en que no intentas predecir lo que va a suceder, porque sabes que aún
así te
sorprenderá. Y luego los hechos comienzan a apilarse y sólo ves una
única salida que a último momento es sobrepasada por otra que nunca viste venir
pero que, al plantearse, te parece tan obvia que comienzas a dudar gravemente
de tus habilidades para deducir.
La usada, re-usada, y vuelta a usar historia de
traición en un reino es utilizada nuevamente en este libro pero esto es en lo
último que piensas al leerlo. Te sumerges en el mundo de los Siete Reinos;
sueñas que te llevan los Otros; te enamoras de príncipes y princesas, para
luego darte cuenta que nadie es lo que parece en la corte del rey; esgrimes una
espada, y te lanzas a la guerra con un lobo huargo a tu lado; trepas y corres
por los tejados de Invernalia pero luego te caes y no sabes volar; mueres,
revives, y comienzas todo otra vez.
Juego de Tronos es una novela sobre reyes y tronos,
reinas y caballeros; es un juego peligroso, para el que uno debe estar
preparado porque cuando nos sumergimos en ella encontraremos que lo único que
tenemos es...
La certeza de que lo peor aún está por llegar.